Profundización ético-espiritual en las migraciones

Un texto de Juan Manuel Palma, autor de “Espiritualidad en las fronteras”

Estas son las notas de una charla impartida en el RETIRO MENSUAL SOBRE ESPIRITUALIDAD Y JUSTICIA
Sábado 6 de Octubre 2018.
Migraciones y Espiritualidad

La mística es lo más profundo de la realidad. Las fronteras pueden ser, también, puertas de la mística.
La espiritualidad y el compromiso; la espiritualidad y la realidad van de la mano. Escuchar las experiencias de los inmigrantes nos recuerdan y nos hablan de nuestras propias experiencias de frontera. Son muchos los retos con los que me he encontrado en el acompañamiento en la faceta espiritual a los migrantes.
Nada nos es ajeno. Si algo nos conmueve es nuestro propio peregrinaje hacia una tierra nueva.
En este caminar la mística de los ojos abiertos, la mística de la encrucijada es dejarnos acompañar.
Solo desde una mirada interior podremos tener una mirada hacia los dolientes. Nuestra opción, nuestro compromiso debe brotar de lo más profundo.

1. El itinerario

Espiritualidad de la salida; Espiritualidad del camino; Espiritualidad en los lugares de frontera; Espiritualidad mística de los ojos abiertos.
Hay que entrar en la dimensión religiosa o no se encuentra la verdadera paz. El trabajo de campo realizado se sitúa entre Tánger, Ceuta y Calais. Tocamos un terreno sagrado. En las rutas migratorias se vive lo esencial del ser humano. El punto de partida sería la reverencia y el silencio. Sin embargo la experiencia es tan dura que las palabras se quedan cortas.
Hacer un trabajo de investigación, en el drama me daba mucho pudor. Los protagonistas son cristianos, católicos… Me ha tocado combinar el camino físico con el camino interior.
¿Por qué las personas quieren salir? La historia de la humanidad está caracterizada por la movilidad. Somos lo que somos porque nuestros antepasados cambiaron de un lugar a otro. Antropológicamente se habla del deseo de ocupar el horizonte por conocer. Parar la migración conduce a los dramas que conocemos.

2. Idealización de las condiciones de vida en los países en desarrollo.

Algunos no dicen siquiera a sus familiares que se marchan, para otros supone una despedida dramática y un desarraigo brutal…
La mística de la salida. El Señor dijo a Abrahán, al de tu tierra… Por un lado está lo que se deja, por el otro está el viaje interior… Lo que se deja y la bendición en la promesa. Dios le va a acompañar en el camino. Al ponerse en camino el acompañamiento del Dios se pone, también, en marcha. “A dónde escapaste amado…”
El Islam tiene como punto básico la peregrinación a la Meca… El movimiento de salida va precedido por algunos gestos, ritos, oración… esto ayuda a elaborar los duelos migratorios… y los familiares les van a acompañar con su oración.
Hay dolor, confianza y promesa de que van a llegar.

3. La ruta

El camino tiene un horizonte. El ponerse en camino supone un encuentro consigo mismo. El camino es horizonte y el camino es, a la vez, un fin. El camino supone transformación radical. El Dios de Israel es un Dios peregrino.
El abandono en las manos de Dios es común a muchas experiencias. La esencia de la mística es el descansar en las manos del transcendente. En el momento en que se rinden se realizan un cambio y una transformación.
Muchos dicen que no eran creyentes en sus países pero el camino les ha llevado a ser creyentes. La experiencia del desierto lleva a vivir situaciones dramáticas y de encuentro… El desierto libera… Del desierto se sale cambiado. Jesús va al desierto, los padres del desierto etc… En el desierto, donde no hay distracción, se da el encuentro. En esa ausencia se manifiesta a presencia.

4. Espiritualidad en la frontera

Salmo 21. “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado”
La desesperación y la alabanza al mismo tiempo, ésta es la experiencia de los migrantes.
En la frontera se realiza la experiencia del salto. Saldo a la valla, el drama del Tarajal… Salmo 12 …Ya están pisando tus umbrales, Jerusalén…
La mujer es mucho más vulnerable….
El Dios ausente en la patera. Dios les ha abandonado y, por otra parte, Dios es su esperanza y es sabiduría. Dios ha desaparecido ¿dónde está? En el reproche a Dios, ¿es que son mis padres los que han pecado y yo estoy pagando por ello?
En los cristianos he encontrado migrantes revelarse contra Dios. Me recuerda el libro de Job al final, Dios interviene. En el Corán, no es tanto el reproche por parte del hombre, es más bien que Dios permite la prueba. El dolor acerca a Dios. El sufrimiento purifica.
Existe una mística de la encrucijada. Puede haber una mística en del sufrimiento.
Surge la gran pregunta. ¿Qué pasa con los muertos del camino? Nos situamos ante el silencio.
La oración de suplica te sitúa en lo que ya está dado. Finalmente, en el culmen del drama, cuando uno se rinde, en ese momento surge la esperanza.
La alabanza en medio del drama. Gracias por los que han entrado, por los que están vivos. “Estos son los que llegan en la gran tribulación”
La mística con los ojos abiertos. Mística del perdón. Hay que hacer talleres sobre la reconciliación, del perdón, como un camino de sanación con todos los migrantes que ya están aquí.

Conclusiones

Docilidad a los dictados de la vida. El destino humano lleva consigo a Dios.
Practicar un compromiso que lleve a la reconciliación co, superación de los tramas del camino…en lo vivido, a curar heridas.
Puede haber experiencia mística donde se vive el drama de la migración.